El capataz, además, sí fue considerado culpable en otro juicio del acoso laboral a la misma trabajadora. El Ayuntamiento, sin embargo, no ha actuado. La afectada ha remitido un escrito a la alcaldesa en el que reclama el inicio de un expediente sancionador, el cese inmediato del capataz y el reconocimiento de su “intachable conducta” como trabajadora y “perjudicada moral, física y psíquicamente” por lo ocurrido. Mercedes C. ya denunció el caso hace seis años.
La secretaria de la Mujer de CC OO, Cándida Barroso, ha lamentado “tanta insensibilidad por parte de la alcaldía”, a la que exige que abra “una investigación” y proteja a la funcionaria porque a su juicio el Ayuntamiento “es cómplice y responsable”. El portavoz del Bloc, Francesc Salom, censura la “pasividad” de la alcaldesa y califica su actitud de “indigna, cobarde y vergonzosa”.
Un mes después de conocerse la última sentencia, Botella dice que aún no ha podido asesorarse para tomar una decisión que “afecta a la vida laboral de dos personas”.